Paseos de gratitud para la gestión del estrés

Cuando «los gatos parecen tigres», cuando parece que todo te desborda y vas a estallar. Cuando las preocupaciones por lo que hiciste en el pasado o por lo que ocurrirá en el futuro te asaltan, te invaden e incluso te paralizan.

Justo en ese momento, no necesitas seguir pensando más. Necesitas cortar esa espiral dañina y dar un paseo de gratitud.

Deja lo que estés haciendo. YA.
Ponte las zapatillas de deporte y sal a la calle. Pero YA.
Y empieza a agradecer: las personas que te quieren, que te cuidan, todas las cosas materiales que hacen tu vida más cómoda. Piensa profundamente en que no todos las tienen. Según «AUARA Empresa Social» más de 700 millones de personas no tienen acceso a agua potable.

Sentir agradecimiento te cambia la perspectiva. Y el estrés es en gran medida, una cuestión de perspectiva.

Según la doctora Paloma Fuentes, gerente de felicidad en Mahou San Miguel, todo nuestro mundo ha cambiado desde hace treinta mil años. Todo menos nuestro cerebro. Ya no existen aquellos peligros que amenazaban nuestra supervivencia. Pero nuestro cerebro sigue creyendo que sí. El sesgo negativo de nuestro cerebro nos ha hecho sobrevivir, pero hoy en día es francamente molesto.

¿Vale cualquier sitio para el paseo?

En realidad, sí. Pero es como todo en la vida, no es lo mismo ir de vacaciones al pueblo que hacer un viaje a los fiordos nórdicos. El pueblo es maravilloso, pero no es lo mismo.

Busca árboles, naturaleza, vegetación para tu paseo, porque marcará la diferencia.

 

Baños de bosque

Japón lanzó un programa nacional de salud de «Shinrin Yoku» en 1982, que significa pasar más tiempo cerca de los árboles. Se han estudiado los efectos físicos y psicológicos del «baño forestal». Lo dice el Dr. Qing Li, creador del arte y de la ciencia de los baños de bosque. Podemos encontrar la felicidad y la salud a través de los árboles.

Los árboles emiten unas sustancias llamadas fitoncidas que ayudan a nuestro sistema inmunológico, bajan la presión arterial o reducen las hormonas del estrés.

Cuando estamos bajo techo tendemos a usar solo la vista y el oído. Es fuera donde percibimos el olor de las flores, el sabor del aire fresco, el color cambiante de los árboles, escuchamos el canto de los pájaros y notamos la brisa sobre la piel. Se trata de abrir los 5️ sentidos para empezar a reconectar con el mundo natural.

Estamos «programados» para sentir afinidad con el mundo natural; del mismo modo que obtenemos beneficios cuando estamos en él, nuestra salud sufre con la separación.

Te doy una idea: hazlo como rutina.
Planifica un mínimo de un baño forestal a la semana. Porque te hará BIEN.

 

Baños de bosque y aceites esenciales (AE)

Cristalino. No hay dudas.
¿Pero qué ocurre cuando no puedo salir al bosque?

El Dr Qing Li cita en su libro «El poder del bosque»: «Puedes traerte el bosque a casa con los aceites esenciales. Todos los AE de coníferas te recordarán la paz y la tranquilidad del bosque y te proporcionarán los potentes efectos de un baño de bosque sin tener que salir siquiera de casa».

Así que sobra decir que un baño de bosque es insustituible, no hace falta que lo explique porque todos conocemos ese efecto cuando paseamos por la naturaleza. Pero sí te diría que la aromaterapia puede ser un gran sustituto en momentos en los que no podemos disfrutar de ese paseo, por poner un ejemplo: temporales o pandemias históricas. Algunos tienen el privilegio de tener un bosque casi a la vuelta de su casa, pero para los que no gozan de ese privilegio, puede ser una muy buena opción.

¡Te recomiendo que lo pruebes!